ECONOMÍA, POLITICA Y MEMORIA HISTÓRICA

Recuerdo que, tras el triunfo que obtuvo en la Guerra del Golfo, el ex presidente George Bush padre pensó que no tendría ningún problema en ganar las elecciones de 1992. Sin embargo, con el rápido deterioro de la economía que tuvo lugar en aquel entonces, la política exterior dejó de ser una prioridad en la campaña electoral y mucho menos un anzuelo para atraer votantes. El ex presidente Bill Clinton lo supo, hizo eje en los problemas del bolsillo y logró imponerse en las elecciones con su ya famoso lema: "Es la economía, estúpido".

De Economía, de medidas tomadas y de posibles futuras, habida cuenta de la trascendencia que van a tener en muchos frentes, sociales y políticos aparte del propiamente económico, voy a exponer mi opinión en las próximas entradas. Comienzo en estra entrada con una pasada, pero muy actual a la vez: la de "los 400 € de Zapatero".

La medida contemplaba una rebaja de hasta 400 € en las retenciones del IRPF que se le practican a trabajadores, pensionistas y autónomos (entre junio de 2008, 200 € ese mes, y otros 200 € desde julio hasta diciembre de 2008), que se ha mantenido para 2009, y que no se sabe qué va a ocurrir con ella para 2010, aunque seguramente se suprimirá.

Hay una frase que me gusta abusar de ella, y es la de “memoria histórica”. La medida, fue planteada a primeros de 2008, previos a unas elecciones generales en marzo, y con una situación de importantes subidas de los tipos de interés y del precio de muchos productos alimenticios básicos, aparte del petróleo, del que se comentaba iba a llegar a los 200$ el barril. Sí, todo esto era lo que ocurría no hace tanto, hace 18 meses, con superávit grande de las cuentas públicas el año anterior, y dificultades familiares importantes, especialmente por las subidas de los 3 años anteriores en las hipotecas y en la manguera del depósito de la gasolina principalmente.

Estos eran los problemas que preocupaban (y hoy desaparecidos hoy del ranking de preocupaciones): al Gobierno, al PSOE y sobre todo al PP en la campaña de marzo (hay que recordar el monólogo de Pizarro y Rajoy con los panelitos de gráficos con las subidas del precio de los huevos, pollo, leche y otros), y también al Banco Central Europeo, obsesionado como siempre –y no por ello con razón, también histórica- con la inflación.

Muy pocos advertían entonces que las cosas podrían llegar adonde estamos hoy, a la situación que yo también considero muy delicada, peligrosa diría, porque de no hacerlo bien todos y de manera responsable nos podría llevar a una “argentinización o italianización-sur total” de nuestra economía, desandando lo avanzado hasta ahora. La medida, tenía como fin ser anticíclica ante una posible bajada del consumo, que se preveía por esa reducción del bolsillo derivada de más cuota del préstamo y de la gasolina. Eran 6.000 millones de euros, que parecían asumibles, y que vinieron bien, especialmente a muchos autónomos sobre todo en el mes de julio de 2008, que dejaron de pagar la mayoría 200 € en sus modelos 130 y 131. Y a algunos pensionistas, aquellos que ganaban más de 1.000 € de pensión al mes; y también a muchos trabajadores, especialmente a aquellos que ganaban más de 1.400 € brutos al mes. Eso sí, a los que ganaban menos de 1.000 € y a la mayoría de pensionistas apenas lo notaban, porque con sus escasos ingresos no tenían retenciones y por tanto no se benefician de la medida.

¿Medida electoral? Evidente, y desgraciadamente, como muchas otras, demasiadas. Con falta de perspectiva a 10-15 años, que es lo que debería primar. Pero ojo, también lo fue, y mucho más dañina a largo plazo, porque ha salido ahora, la de congelar el pago de la tarifa a las eléctricas, todavía con y por el PP en el poder, que han hecho una bola de más de 15.000 millones de euros, que hemos comenzado a pagar, con bastante cabreo mensual, desde hace unos meses.

¿Medida con sentido? En 2008, sí, por las circunstancias señaladas, que eran las que preocupaban en ese momento.

¿Medida necesaria? No del todo, o al menos en cuanto a su progresividad. Sobre todo porque los de menos recursos no se beneficiaban, al no tener retenciones. Y en todo caso, y tratándose de un gobierno progresista, la habría hecho progresiva, limitándola hasta unos límites de ingresos. El límite que yo habría puesto: solamente la percibirían los que estuvieran por debajo de los 20.000-22.000 € brutos de ingresos anuales. Igual que con el cheque-bebé de los 2.500 €.

¿Medida a mantener en 2010? No se puede, en los términos que está, mantener para 2010. Esos 5000-6000 millones hacen falta para cortar un poco la hemorragia de la Hacienda Pública, la de todos, presente y futura. O no se puede al menos la mayor parte, que para mí sería esa de todos aquellos que tenemos ingresos superiores a 20.000 €. ¿Por qué? Por la suerte de tenerlos, cosa que no ocurre con los parados, mayoría de pensionistas y muchos asalariados mileuristas, y porque, para lo bueno y lo malo, es la clase media la que ha de tirar del carro. A una persona que cobra 1.000 €, el disponer de 30 € más al mes es importante. A uno que cobra 2.500 €, lo es 2,5 veces menos.

Qué lejos parece que queda 2008, y su circunstancia, como diría Ortega. Pero para eso está la memoria y el análisis del porqué de las cosas en esta España Invertebrada y cainita en los momentos malos. Memoria Histórica, SI, la de hace 70 años, y la del año pasado.

La semana que viene, el Plan E.