Alhama de Murcia: ¿y ahora qué?

Han pasado ya unos días desde que todos los demócratas convencidos cumplimos con nuestro derecho, y para mí también obligación, de votar a los regidores de nuestros municipios y de nuestra querida Región de Murcia. El resultado puede considerarse el esperado, en líneas generales, aunque las diferencias han sido más acuasadas de las previstas entre PP y PSOE en la mayoría de municipios y en los comicios autonómicos. En Alhama de Murcia, aparte de la sorpresa que me ha causado que el PSOE no fuera la lista más votada –incluso 1 concejal menos que hace 4 años y que el PP en estas elecciones-, la principal lectura es el importante respaldo que los vecinos de Alhama, los soberanos, han propiciado a la candidatura de UDRM de Angel Canovas. Conseguir el 17,25 % de los electores, más de 1.600 votos, a un mes de las elecciones, es una tarea muy complicada. Si cierto es el activo que argumentaban, el de una experiencia de gestión, también podría pesarles como una losa el que estuvieran hasta última hora forzando al PP para que presentara su candidatura. Su programa, según sus miembros, es de los más completos y definidos y, siendo como son la llave para la gobernabilidad del Ayuntamiento los próximos 4 años, aprentemente, espero y deseo que sepan administrar esa función que el pueblo soberano les ha otorgado. Destacable también la fuerza y el vigor del PP, que con la crisis local tan tremenda que arrastra desde hace más de dos años, haya sido la vencedora de la contienda electoral, en votos y número de concejales. En condiciones normales, sin las escisiones que se han producido, habría estado en los 10 concejales, superando incluso la mayoría absoluta de 2003. Es el electorado más fiel y comprometido con diferencia, actualmente. A su favor jugaba, y mucho, la tendencia regional, especialmente acusada en todo el Valle del Guadalentín, de marea popular, sumada al efecto “trasvase 0 del Ebro” y el tirón electoral entre la murcianía de Ramón Luis Valcárcel. El CDL de Sebastián Moreno, nunca mejor dicho (ya que es casi seguro que el partido no viva más allá de dos meses, ante la posible desilusión en el proyecto de sus componentes) deberá ejercer con el mayor rigor y honestidad una labor de oposición, si esta es la función que al final se le encomienda, al igual que de ser una bisagra rigurosa y honesta para el hipotético caso de que se le confíen responsabilidades de gobierno, versión tripartido llegado el caso. IU-Los Verdes han aguantado, incluso mejorado sus resultados en número de votos y porcentaje, frenando así la tendencia bajista que les precedían en las 2 convocatorias anteriores. No estaba de acuerdo con su idea básica de que "queremos seguir siendo un pueblo", pero han sido coherentes con su discurso y posiblemente hayan sido los mayores beneficiados de la estrategia del PSOE. El PSOE quizás haya sido la “decepción”, o los más decepcionados, ya que internamente, y así también lo pensaba yo, se veían como los grandes beneficiados del cisma en el centro-derecha, personalizado en la división Juan Romero/Angel Canovas. No ha sido así, y la bajada –importante- en votos y en un concejal, aparte de la posible falta de “llegada” de la candidatura durante la campaña, creo que se debe principalmente a esa “marea popular” que ha arrasado en todo el Valle. La retirada de confianza en el voto de los socialistas más ortodoxos (contrarios a la aprobación de los convenios urbanísticos, especialmente el de Polaris), y sobre todo el de los votantes de centro-izquierda que se quedaron en sus casas, o votaron alternativas locales como las del CDL o de UDRM, les ha hecho no poder alcanzar una mayoría que les permitiera gobernar, previsiblemente con el apoyo de IU. Las consecuencias del agua y de la política regional han sido determinantes en el voto local (no desmoronamiento del PP y descenso general el PSOE). El PSOE ha tocado fondo, especialmente a nivel regional, y creo que es el momento de su reorientación, regeneración o como queramos llamar al proceso de intentar volver a levantar un partido centenario, además de básico para la necesaria alternancia política. No creo que sea imprescindible para ello cortar cabezas –el proyecto de hacer creíble una alternativa al poder popular en la Región no se va a llevar menos de 8 años, y lo peor para cruzar esa travesía es cambiar de piloto cada pocos años-, pero sí creo que ha llegado la hora de mirarse al ombligo, plantearse en qué se ha fallado en todos estos años para haber perdido la confianza de tantos murcianos, para ser capaces de generar de nuevo una ilusión bañada en credibilidad, que jóvenes capaces y con inquietudes sociales se sientan atraídos por dicho proyecto (actualmente la mayor parte de esos jóvenes capaces, que no sin desgraciadamente la mayoría de los que se comprometen, se sienten atraídos por el PP), para de esta forma ir creando una nueva red –no clientelar- que pueda llevarnos a la alternancia, a la necesaria alternancia de partidos, ideas y personas en nuestros municipios y Región. En este punto, porque me lo pide el cuerpo, y por ideales, es en el que me encuentro, y en el que a partir de ya me voy a comprometer. Ahora que el Partido Popular está en la cresta de un ciclo, que espero sepa administrar por el bien de todos nosotros –no pongo en duda, bajo ningún concepto, sus intenciones de hacer las cosas por el bien común; además de que así lo han decidido los murcianos-, creo que es el momento de ayudar y comprometerse con el PSOE, para intentar cimentar una alternativa necesaria al hoy hegemónico PP. Esta posibilidad real de alternancia dentro de unos años sería la mejor noticia que podría tener nuestra Región, mejor noticia para todos, incluso para los dirigentes del PP, que no lleguen a tentarse con creer que éste es su cortijo particular. En una próxima entrada hablaremos de lo ocurrido en Fuente Alamo y en la Región. Mientras, os animo a hacer las consieraciones que estiméis oportunas, y contestarlas por mi parte.