EL MÁS IMPORTANTE DE LOS FRACASOS DE UN EMPRESARIO.

A la espera de recabar más documentación para hacer la segunda entrada del tema “Exuberancia Municipal”, me escondo en este espacio público, pero a la vez íntimo, para expresar mis sensaciones ante una de las situaciones que siempre me producen sensación de fracaso empresarial, pero también personal: la salida, baja o despedida de un trabajador cualificado y forjado en la empresa que dirijo. A pesar de ejercer una actividad profesional, como asesor de empresa, administrador de fincas y desde no hace mucho como abogado, ante todo, en el terreno laboral, me considero como “un empresario de servicios profesionales”. Son ya 10 años los que estoy gestionando recursos humanos, personas, con sus distintas formas de ser, de pensar, de concebir la vida o el trabajo, de inquietudes o aficiones, de ambición, de muchas cosas. No es mucho tiempo pero sí ha sido uno de los elementos que, como empresario y persona, más me ha impactado y modelado en mi forma de ser y pensar. Cada vez tengo más claro, y en mejorarlo intento dedicar muchos de los esfuerzos y análisis del día a día, que el capital humano, LAS PERSONAS, son lo más importante de una organización. El sistema –Estado con mayúsculas- y la Organización empresarial están muy avanzadas en cuando a su concepto y estructura, pero son las personas que mueven a ambas, las que hacen de éstas que funcionen, que den servicio o producto de calidad a la sociedad para la que sirven y de la que viven, y son personas las que siempre influyen o gestionan al resto de personas que a su cargo están. Ya he tenido varios fracasos en el camino, que no se los imputo a nadie más que a mí, de ver cómo personas de gran valía humana y profesional, y que se han forjado laboral y profesionalmente en la empresa que dirijo, han tomado otros derroteros. Intento ser autocrítico cada minuto de mi trabajo, porque creo en dos lemas: “sin autocrítica –analítica y constructiva- no hay mejora”, y como decía Jose María García, “el halago –vanidoso y pelota- debilita”. Le doy mil vueltas a ver qué actitudes, comportamientos, comentarios u omisiones he podido tener para llegar a la situación de que una persona de valía no nos siga en nuestro proyecto de empresa. Siempre hay algo que se ha hecho o dejado de hacer y que, en un determinado momento, ha llevado al compañero de trabajo a decantarse por otra salida profesional distinta a la que llevaba con nosotros.
Unas veces el sueldo, otras las condiciones laborales, y otras una mezcla de ambas, han llevado a la despedida –que no despido- de personas que creía podrían estar junto a mí y el resto de sus compañeros en este bonito proyecto empresarial que no ha hecho más que comenzar a andar, a pesar de los 10 años en liza. ¿Hasta dónde tendría que haber llegado en el sueldo? ¿Será por 100 € el tomar la decisión de irse, con lo que cuesta formar a una persona, que no sabes si va a rendir y dar el valor añadido que daba la que se va? ¿Será porque no le he dado el palico en la espalda más veces, o por no haber reconocido –en privado o públicamente con el resto de compañeros- su valía? ¿Será porque no he sabido transmitirle la misma ilusión y fe en el proyecto que pueda tener yo? ¿Será porque no tengo madera de liderar un equipo de personas? ¿En qué habré podido fallar? Muchas veces me he hecho estas preguntas. Bien es cierto que no siempre tengo esta sensación de fracaso, ya que he tenido y hay algunas personas que han trabajado con nosotros que todavía no tienen claro qué es el trabajo y la responsabilidad, y que incluso en ocasiones consideran y tratan por lo bajini como un auténtico delincuente al jefe, al empresario, a la persona que emplea su vida y patrimonio en un proyecto que le incluye a él. Y también es cierto que de lo más orgulloso me siento de mi empresa es de esas personas que siguen ahí, algunas desde sus inicios, comenzando desde cero, y que me juego lo que sea a que responden como el mejor de su puesto de cualquier otra organización. Pero los casos de personas que no han tenido claro su rol en la empresa, que no han tenido compromiso con el proyecto y las personas y compañeros con los que estaban más tiempo que con su propia familia, no me preocupan, pero tampoco he pensado "'!!bahh, son unos inútiles!!". Los que me hacen pensar, e incluso en ocasiones dudar sobre mi capacidad de gestionar personas, con todo lo que ello supone, es cuando las personas de valía me dicen: “me voy”. No doy nombres porque ellos saben quiénes son, y desde aquí agradezco su compromiso con el proyecto de empresa, de concebir el trabajo y la sociedad, que a mí me toca dirigir. Para un empresario que se considera como tal (no como muchos “nuevos empresarios” que su única aspiración es a comprarse un Mercedes y sacar barriga, de los que conozco unos cuantos), os puedo asegurar que es una de las frases que más tocado me dejan, esa de un trabajador de valía diciendo "me voy". Mi mayor ilusión como empresario no es otra que poder ver a chicos o chicas que vayan a verme o darme su CV, con ilusión por trabajar con nosotros, con los ojos brillantes por la sensación de estar entregando parte de sus ilusiones a entrar en un proyecto que les puede hacer crecer personal y profesionalmente. Si alguno de los que aquí hago alusión y lee esta entrada, o cualquiera de vosotros que tenéis la moral de llegar a leer hasta aquí esta reflexión pública pero a la vez íntima, y puede ayudarme a mejorar lo que a mí me compete en cuanto a la relación jefe&trabajador, os lo agradecería.

Comentarios

Jose Jara ha dicho que…
Amigo Diego,
La mejor manera de ayudarte en el tema que planteas es simplemente haciéndote ver lo erroneo de tu planteamiento.
No es ningún fracaso tuyo el que gente que ha estado trabajando a tu lado, tome la decisión de cambiar de trabajo. Lo más normal es que sucedan éstas cosas y si te paras a analizarlo, te darás cuenta que siempre suelen ser los mejores los que se van.
La gente joven, preparada, bien formada, es la que tiene más inquietudes. Esto forma parte de la condición humana, las ganas de cambiar a mejor, ampliar conocimientos, nuevos retos profesionales, etc.
Lo raro sería lo contrario y es lo que debería preocuparte, ver a tu gente sin ambición, sin ganas de progresar, de ganar más, de llegar más lejos, etc.
Te aseguro que no encontrarás a ningún profesional de valía que haya permanecido toda su vida laboral en un mismo puesto de trabajo. Es más, los más cotizados en el mercado laboral suelen ser aquellos que han pasado por distintas empresas.
La verdad es que es un tema que da mucho de sí para tratarlo aquí, pero resumiendo creo que sólo tienes dos opciones para no sentirte fracasado:
La primera, es que asumas ésta realidad. Que contratas gente joven, preparada, que inviertes en su formación, etc., y que más tarde o más temprano cambiarán de aires. Asumiendo ésta realidad podrás replantear tu estrategia en Recursos Humanos y dejarás de percibir esa sensación de fracaso, que como te digo, no es tal.
La segunda opción es, que si consideras que tienes gente que de verdad merecen la pena, implícalos participando directamente en la empresa.
En una Organización que funciona bien, nadie es imprescindible. Cuando empieces a notar que alguien es imprescindible, ten la seguridad de que algo esta fallando.
Cuando quieras, me invitas a unas cervezas, acompañada de sus correspondientes tapas y hablamos sobre el tema en cuestión. Creo que puedo darte algunos consejos que te pueden ser bastante útiles.
Un saludo, y haz el favor de no ponerte Lacoste que vas a dejar en mal lugar a tus jóvenes camaradas.
Diego Conesa ha dicho que…
Hola Jose:

Respeto y agradezco tus comentarios pero, poniendo el ejemplo de Garrigues, por nombrar una organización, a ésta van los chic@s con mejores expedientes académicos y "se matan" a trabajar los dos primeros años, con la seguridad de que después van a tener su recompensa, dentro de la propia empresa o bien en otras o como profesional independiente.

¿Por qué no puedo aspirar a seguir sus pasos, dentro de mi ámbito de actuación, que cuando menos aspiro a que sea regional?

¿Por qué no puedo aspirar a conseguir que los que estén en mi empresa y que tienen compromiso con ella lleguen al "top ten" de sus especialidades?

Totalmente de acuerdo con que una organización que funciona bien hace que no haya nadie imprescindible.

Lo de las tapas y las cervezas está hecho. Cuando quieras.

Lo del Lacoste, también ellos lo llevan. Mal va quien quiera encasillarse en unas ideas políticas o de sociedad en función a la vestimenta; y no lleve una traje con corbata o un lagarto porque "sea de pijos". Paso de esa hipocresía e idiotez, porque no no lo considero otra cosa.

Un saludo, y gracias por tu comentario.
Jose Jara ha dicho que…
Tu mismo te has contestado a tus dudas o temores respecto a tu gente. Lo normal es que, siendo su primer empleo, lo que buscan es coger experiencia, aprender, madurar, para luego dar el salto.
Lo hacen en tu empresa, en Garrigues y en todas. Por eso te digo que no debes considerar un fracaso el que eso mismo te suceda a ti.

Un saludo.
Diego Conesa ha dicho que…
A Jose y otros posibles lectores:

¿No hay entonces, apuestas sólidas para que el "egoísmo empresarial" versus "egoísmo del trabajador" pueda tener un punto intermedio que haga creer a ambos en un proyecto; al empresario teniendo como pilar fundamental de la empresa su capital, hasta sus últimas consecuencias, y al trabajador como un proyecto suyo el de la empresa en la que pasa casi una tercera parte de su vida?

¿No ayudaría la búsqueda de ese punto intermedio a una mayor estabilidad emocional de ambas partes, y por tanto a disponer de mayores cotas de felicidad, que en definitiva es lo que importa?
Jose Jara ha dicho que…
Por supuesto que hay una respuesta ( y bastante sólida, por cierto) a la cuestión que te planteas. Y no es otra que intentar que esas personas que de verdad crean en tu proyecto empresarial, se impliquen en el mismo como socios, que dejen de ser meros trabajadores y que puedan tener también responsabilidades societarias.
No existe otra fórmula. Lo que si existen son diversas formas jurídicas para aplicar éste sistema, como muy bien sabes.

Un saludo.
Diego Conesa ha dicho que…
Tengo a dos trabajadores que son socios de la empresa (somos una SLL), y para este próximo año tengo la intención de incorporar cinco más. La participación de cada uno de ellos es baja (menos del 5%).
Este año será el primero en el que todos, sin excepción, percibirán algo parecido a un dividendo, en función de antigüedad y responsabilidades, siempre que se cumplan unos objetivos generales.

¿Qué me planteas, que sea su porcentaje superior, que firmen las pólizas y préstamos como lo hago yo y mi mujer, una mezcla de ambos, o algo más que esto?

Con tu experiencia sobre el asunto, por tu trabajo con el mayor grupo cooperativo "estatal", te pido más información, aunque sea un poco por la jeta.
Anónimo ha dicho que…
Consulta con un abogado.
Diego Conesa ha dicho que…
Para el anónimo:

Soy abogado, y tengo un cierto conocimiento de las distintas formas societarias y su aplicación práctica.

La información que "le pido" a José es más bien de experiencias empresariales, más de gestión de recursos humanos que de estructura mercantil.
Si tú sabes algo al respecto, te agradecería que lo señalaras.

Y si quieres saber las diferencias entre una SLL, una Cooperativa o una SL a secas, no tengo problemas en explicártelas.

Un saludo.
Jose Jara ha dicho que…
Tema muy interesante y extenso para exponerlo en pocas líneas.
Intentaré ceñirme a tus comentarios.
No se trata de dar una participación mayor o menor en el capital de la empresa a los trabajadores. Al margen de esa participación, que no se si es regalo de la empresa o aportación del propio trabajador (ésto último sería lo adecuado), es fundamental que puedan participar en la toma de decisiones, que puedan aportar ideas, que puedan tener voz y voto en temas importantes tanto en la gestión, organización, planificación,etc. No es por tanto cuestión de porcentajes en el accionariado, sino de implicación en el desarrollo de la empresa. Ten por seguro que la gente que se implica de verdad, que mira por la empresa, que tiene fe en el proyecto, termina por sentirse parte de ella (y creo que no tendrían inconveniente en firmar solidariamente contigo las pólizas, que por cierto, deberías hacer separación de bienes para que tu mujer no tuviera que firmar).
Ten en cuenta que el principal capital de toda empresa es la PERSONA.
Si das prioridad a las personas, a su profesionalidad, a los servicios que prestas, a la satisfacción del cliente, la rentabilidad dejará de ser un objetivo prioritario de la empresa para pasar a ser una consecuencia.
No quisiera resultar pesado, como ya te he comentado es un tema muy interesante y de mucho contenido.
De todas maneras te adelanto que, en breve, vamos a iniciar un proyecto muy intersante basado en la economía social y procuraré tenerte informado y debidamente documentado. Nos gusta compartir conocimientos y hacer partícipe a todo el que quiera de nuestros proyectos.
Un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Totalmente de acuerdo con la exposición del Sr. Jara. Hay que tratar de implicar más a los trabajadores en la toma de decisiones para que se consideren parte de la empresa. Pero si considerabas a la persona que se ha ido tan valiosa, ¿por qué no has intentado negociar con él unas mejores condiciones laborales en lugar de dejar que se vaya a otra empresa en la que supongo que ganará más? Y efectivamente, tú lo has dicho, un buen jefe es el que sabe estimular a sus trabajadores, elogiando y reconociendo públicamente sus aciertos, con el palico en la espalda o con lo que haga falta, creando un buen ambiente de trabajo, gratificante y estimulante. Quizás eso no has sabido hacerlo y te has dedicado más a recriminar fallos. También son importantes los incentivos económicos por dedicación y objetivos. Me imagino que en tu asesoría, como en todas, habrá fechas en las que se tengan que echar más horas de la cuenta, llevarse trabajo a casa, etc. ¿Cómo incentivas esa dedicación extra? ¿Es verdadera esa fama de que de tu asesoría se te va la gente porque pagas muy poco?
Quizás debas plantearte todas esas cuestiones.
Espero haberte ayudado.
Anónimo ha dicho que…
Yo pienso que en tu asesoria las personas que entran nuevas entran con mucha ilusion por aprender y formarse, pero, una vez que se pasa el tiempo y han aprendido lo suficiente (se han convertido en profesionales) buscan otros objetivos que no es otro que la remuneracion por su trabajo como profesional. Por esto y por otras cuestiones de planteamiento creo que se va el personal de tu asesoria.
Anónimo ha dicho que…
Me parece correcto todo lo expuesto tanto en el caso de Diego como en el de Jara, pero hago unas reflexiones al respecto.

En primer lugar, los ejemplos son ejemplos y por tanto lo que funciona en Garrigues puede no funcionar en tu organización pero si en la del vecino, por tanto lo mejor no es adaptar una idea a la empresa sino crear una idea y un sistema de recursos humanos en base a tu filosofia de empresa, en base al nivel de tu empresa, en base a los recursos humanos de tu empresa,.... que quiero decir, habrá actualmente en tu empresa que necesiten lo que proclamas que hace Garrigues, pero habrá otras que tienen otras inquietudes, tu misión es detectarlas, como? Hay esta la dificultad y el intringulis de manejar RRHH. Por si no lo sabes, soy un trabajador de tu empresa, A.D.P., el que tiene la hija más guapa del mundo. Pues bien, viendo la organización desde dentro creo que hay varios perfiles de trabajadores, el inquieto profesional, el que esta de paso, el que viene a trabajar y no se preocupa y no tiene ambición, quizas hayan más pero tampoco me voy a extender mucho más.
El inquieto, busca mejorar profesionalmente, pero no solo a traves del cambio de empresa, sino a traves de sentirse mejor en su empresa, saber más, ser mejor y sentirse bien despúes de cada jornada de trabajo. Evidentemente, este es el que sino lo estimulas puede que se vaya, como quizás te haya pasado recientemente.
El que esta de paso, simplemente se esta formando, cogiendo capacidades y analizando si este será su futuro, pero este si tiene valía se puede reconducir al anterior.
El trabajador sin ambición profesional no tiene porque ser el peor, porque puede ser tan eficiente y util en sus funciones que puede desarrollarlas tan bien que si te descuidas puede ser un pilar. Este no tiene ambición de mejora y se suele mover por circustancias personales(salario, vacaciones,...), pero como he dicho bien gestionado puede ser un gran recurso para la empresa.
Una vez analizados en mi opinión los grandes grupos(tienen algo que ver con la pirámide de necesidades de Maslow, lo importante es saber gestionarlos sin discriminar a ninguno de ellos, sabiendo hasta donde van a llegar y ayudar a que se satisfagan sus necesidades y por ende tambien las de tu organización.

Sin otro particular,
ADP
Anónimo ha dicho que…
Hola Diego:
Me encantaria que te sentarás y recapacitarás como tienes actualmente organizada tu empresa:
* Tienes cuatro asesorias abiertas actualmente, en la región de Murcia, Garrigues tiene actualmente muchas más a nivel nacional, y ¿crees que Garrigues tiene en su asesoria una persona poco preparada solo para que esté abierta la puerta y tiene a un profesional echando viajes a sus oficinas?, no Diego no vale de nada tener esas oficinas abiertas si no funcionan de forma independiente, da muy mala imagen que la gente vaya a las asesorias de fuera de Alhama y encuentren gente que no le resuelve sus problemas y se tengan que esperar a que llegue el profesional de turno. Diego y si te digo que funcionen de forma independiente es independiente, no vale contratar profesionales en esas asesorias y las aburras echando viajes a tu central. No te das cuentas que las grandes organizaciones, que tienen varias oficinas el personal de la organización se conocen casualmente en las comidas de Navidad o a lo sumo en cursos.....
Te lo digo, porque ahora tienes gente muy válida echando viajes, ¿y de verdad nunca te has planteado que se pueden aburrir? y cuando se aburran y te digan "me voy", de nuevo te sentirás fracasado.
* Diego, ¿conoces bien a tus trabajadores?, tu te has planteado ¿quienes tienen aspiraciones de verdad? hay gente de tu empresa que están muy cómodas con su puesto de trabajo pero estoy segura que tambien hay otras que aspiran a más y tu ni tan siquiera te ocupas de ellos.
* También te digo que me muevo mucho por este mundo de la asesoria y no conozco ninguna en la que exista tanta especialización, solo existe un departamento de fiscal, y no solo el responsable sabe hacer de todo sino que todo su equipo está lo suficiente preparado para sacar todo tipo de trabajo para adelante, y en este tipo de organizaciones con menos gente salen a adelante.
Y respecto a tu trabajador despedido a lo mejor no se ha ido por cuestiones económicas, a lo mejor se ha ido porque aqui profesionalmente ha tocado techo y sabía que en otros sitios le abrian las puertas para conocer más el mundo de la asesoria fiscal.

Un saludo
Anónimo ha dicho que…
Veo muy positivo que Diego haya abierto este debate interno en su empresa, pues para intentar resolver un problema lo primero que hay que hacer es analizarlo y asumirlo. Pero como mera observadora externa creo hace falta que hagais mas reuniones internas en las que se pueda hablar de todo esto abiertamente. ¿Por qué no convocas una reunión con todo el personal y que cada uno exprese libremente lo que piensa y lo que propone para mejorar esta organización?
Como jefe, ¿crees que les das suficiente confianza como para no tener ningún temor a expresar sus opiniones aunque sean bastante críticas?
Anónimo ha dicho que…
Otra cosa que debes tener en cuenta es que en cualquier otra empresa te ofrecen tu sueldo + 2 pagas extras anuales, cosa que en tu empresa cobras un triste sueldo de "mileurista" y dices que las pagas extras van prorrateadas, esto a la mayoria de tus trabajadores no les convence demasiado.
Diego Conesa ha dicho que…
Voy a intentar responder a algunos comentarios y observaciones de algunas entradas.

** Al primer anónimo tras el último comentario de José Jara.
Ten por seguro que intento destinar una buena parte de mi esfuerzo a estimular a mi gente. Unas veces lo haré mejor, y otras muchas peor, pero intentarlo, siempre. Sobre lo de la fama de mal pagador, me lo tomo como la que pondrían al 99% de los empresarios y empresas. Sin más. Agradezco tu buen tono.

** Al segundo anónimo después del último de Jara: Puede ser que alguno de los que hayan pasado tengan esa aspiración. Mi labor es detectarlo para que, si son válidos, hacerles ver que este proyecto es tan válido como el que más. Esto que te digo incide en lo que respondo a Jara, y lo que tú comentas, en lo que éste ha señalado en general en sus interesantes entradas.

** A ADP. Agradezco el que te identifiques. Y en general todos tus comentarios y sugerencias, de utilidad práctica y teórica algunos de ellos.

** Al anónimo después de ADP. Veo que conoces bien nuestra empresa, seguro que has trabajado o trabajas en ella. Señalas un tema importante, el de las delegaciones y cómo gestionarlas. Te comento que en un principio se puso al frente de ellas a responsables con cualificación. Sin haber pasado primero el "filtro" de conocer la dinámica de la empresa desde su trabajo en la central. Resultado: FRACASO. Si te identificas para la próxima o a mi correo dconesa@tribulex.es podemos seguir debatiendo el asunto.
Tomo nota, como con todos los comentarios del resto, para ver qué puedo quedarme y mejorar.

** Al penúltimo anónimo: en nuestra empresa cerramos los lunes por la tarde, en muchos casos para hacer reuniones internas, con todo el personal. Siempre he dejado la opción para que la gente se exprese, pero al final siempre señalaban deficiencias dos, y el resto, que durante la semana decía se quejaban antes éstos, en las reuniones se callaban. Final: estos dos compañeros, como es natural, se cansan, y desisten de señalar nada en las reuniones.
Todos, en este tipo de reuniones, ha de asumir su grado de responsabilidad, no solo el jefe. Como en casi todo lo que pueda ocurrir en una empresa.

De todas formas, adelantarte que este lunes por la tarde, y el lunes 2 de noviembre, tendremos reuniones internas. Ésta y las que hagan falta, siempre que no terminen como monólogos, que puedo asegurarte no me gustan nada.

** Respecto al último comentario, que me parece el más "desairado", y no por ello no dejo de aceptarlo. Las condiciones económicas todo el mundo las sabe antes de entrar, con lo que a nadie se engaña. Bien te puedo jurar que me gustaría pagar al que menos 2.000 € al mes, pero no creo que un auxiliar administrativo, sin mayor grado de responsabilidad esté cobrando esta cantidad en ninguna empresa. El que se ESFUERZA, ESTUDIA, TRABAJA, ES RESPONSABLE CUANDO NO ESTA EL JEFE, gestiona y se gana la CONFIANZA de los CLIENTES, te digo que no ganan esas cantidades al poco tiempo de estar con nosotros.

También decirte que aquí se hace un PLAN DE CARRERA para todos, y siempre las condiciones económicas pactadas de inicio se "ajustan al alza" de lo previamente estipulado, cuando se cumple todo lo señalado en el párrafo anterior.
Tú ves la botella medio vacía y yo medio llena. Lo importante es que ambos le echemos agua, porque si no, mal asunto.
Si así fuera con todos, supongo que no duraría nadie más de un añete, y no es el caso. Un saludo.

Quisiera decir, por último, que supongo no todos los empresarios, o las personas, utilicen un espacio público para darles opción a que le den caña, o que critiquen aspectos internos de la empresa que gestiona. Yo lo he hecho, con el ánimo de hacerla mejor, y de mejorar la relación con todos ellos.
No es cuestión de sacar trapos sucios -creo que nadie lo ha echo, además de que éstos han de lavarse dentro-. Y que si considero un fracaso el adiós de un trabajador, y lo hago público, es porque de verdad mi gente y la que confía en este proyecto, me ocupa y preocupa.

Creo haberme aplicado una de mis máximas, que no a todo el mundo le gusta, y que está hecho para los fuertes de espíritu: "el halago debilita".

Espero ser más fuerte y mejor en todos los aspectos, ser más feliz y hacer mejores y más felices a los que me rodean. Simplemente eso. ¿Qué más puedo pedir?.
miguel angel gonzalez ha dicho que…
Estimado Diego, la verdad me ha resultado muy positivo y sorprendente tu blog. Espero que la gente sepa valorar el espiritu de autocritica ya que es lo único que ha hecho crecer a los grandes empresarios, y tu ya lo eres. Enhorabuena.( miguel angel AG ediciones ).
Anónimo ha dicho que…
Estimado Diego:

Ante todo quisiera declararme ferviente admirador desde este pequeño espacio tuyo.

Para empezar quisiera decir que considero digno de elogio que hables en terminos de "valía" de un trabajador que se ha desmarcado de ese proyecto empresarial en crecimiento que tú diriges. Eso dice mucho de tu calidad humana y quizá algún día llegemos a compartir esas cañas y esas tapas a las que hacía alusión el Sr. Jara.

Hablas de tú proyecto.

Desgraciadamente, los proyectos no dejan de ser ideas que, al fin y a la postre han de ser ejecutadas por personas. No hay vuelta de hoja, la base en que debe fundamentarse todo proyecto son las personas, el equipo humano. Por tanto, las fisuras que se abren en cada proyecto las provocan esas mismas personas y al empresario lo único que le queda es lo mismo que a todo españolito de a pie: levantarse y seguir adelante, porque la vida da muchos palos y, aunque suene a tópico, siempre será así.

Desde mi experiencia (no digo que sea mucha, pero si intensa)te diré que he luchado mucho, con mucha ilusión y entrega para llegar al entorno o al "status" en el que ahora me encuentro dentro del mundo laboral. Una vez llegué, tuve que sacrificar muchar cosas para hacerme notar. Hablando en términos coloquiales, tiré mucho de coche y recurrí a muchas horas extras tratando de cumplir las expectativas de mis superiores y las mías propias. Al final, para un trabajador, al igual que para un empresario, a parte de la familia o de esa sensación tan equivocada de haber llegado a un determinado "status" social , no hay nada más gratificante que el reconocimiento laboral. En mi caso no creo haberlo logrado aún. Sé que me queda un largo camino que andar pero ese debe ser uno de los objetivos que las personas de "valía" profesional deben tratar de alcanzar.

Posiblemente se te han generado una serie de dudas tras esta última despedida a la que haces alusión. Yo te voy a proponer una pequeña reflexión para que en lugar de sentir que has fracasado trates de ver el lado positivo, sin entrar en tu método de dirección empresarial y sin hacer referencia a los comentarios que han hecho el resto de participantes en este blog y que puedo llegar a considerar más o menos acertados.

1)Tal vez ese "transfuga" no está dando la espalda a tu proyecto.
Quizá lo que está intentando es no dar la espalda al suyo propio.
2)Quizá ese trabajador antepuso en muchos aspectos esa empresa que diriges a su vida personal o familiar y ahora sólo esté tratando de dar un pequeño giro a su vida.
3)Quizá ese joven no habría seguido trabajando junto a tí sólo por dinero y, probablemente, tampoco fuera esa la razón de su marcha.
4)Quizá solo buscaba un poco más de perfeccionamiento profesional.
5)Quizá le serviste de ejemplo para tratar de llegar a conseguir lo que tú has conseguido: un negocio propio y una familia estupenda a su lado.
6)Quizá, a pesar de todo, él nunca te olvidará... como jefe, como maestro y como amigo.
7)... Y quizá algún día llegues a comprender que un periodista deportivo que cobraba 300 millones al año por inventarse palabras como "abrazafarolas" no es el mejor ejemplo a seguir... Porque siempre insistiré en que "el halago no debilita", sino que acerca a las personas a ese reconocimiento. La palmadita en la espalda, aún muy de vez en cuando, da fuerzas... diga lo que diga Jose Mª Garcia.
Diego Conesa ha dicho que…
Al último comentario anónimo:

Creo saber quién eres, y creo que tú sabes que eres parte de mi comentario.
Agradezco tus comentarios como el que más.

Dentro de la autocrítica que me hago, manifiesto todo un "mea culpa" que en verdad puede ser que sea solo una parte, ya que puede que no lo haga tan mal y que parte de la causa sea la de que el trabajador aspire a "su proyecto" como en el caso que comentas.

Pero, aún en ese caso, es mi obligación detectar esa aspiración, para intentar redirigirla a nuestro proyecto, o al menos ser plenamente consciente de esa "amenaza de salida", para que en ningún momento afecte en el corto y medio al proyecto común (nunca debe ser así, como comentaba Jara, de que nadie, ni tan siquiera el jefe, ha de ser imprescindible en una organización).

Y por ahí va mi espíritu de crítica constructiva.
A mí también me gustan los elogios y la palmadita en la espalda, pero
te puedo asegurar que agradezco más un buen consejo que incluso pueda contrariar mi concepto del asunto. Me ayuda a pensar, a analizar, a mejorar, y al menos en mi caso así me siento bien, pensando.

Creo que todos los que aquí trabajamos tienen el suficiente grado de autonomía para desarrollar su trabajo como para sentirse realmente realizados y reconocidos. Los RECONOCIMIENTOS, con mayúsculas, deben concederse OBLIGATORIAMENTE cuando, además de todo lo que un trabajador debe aportar en su trabajo, se aporta FIDELIDAD al mismo. Y para eso ha de pasar un tiempo pruedencial. Dos o tres años, en una vida laboral de treinta y cinco, no es suficiente. Porque esos dos o tres años son los que determinan si se quiere pertenecer al proyecto de la empresa -que siempre ofrece plan de carrera-, o bien se muestra que a lo que se aspiraba era a conseguir un "status" (no me gusta el término, lo veo clasista y desfasado), como puede haber sido el caso que señalas, creo que en primera persona.

Solo puede darte las gracias por el comentario, y esperar que puedas conseguir todas tus metas.

Lo de Jose María García es pura coincidencia. Son más los contras que los pros que le veo, aunque los pros tienen su peso y los valoro. Ya sabes, "benchmarking" de los mejores. Un saludo.
Anónimo ha dicho que…
me estan dando ganas de llorar, de ver tanta candidez, filosofía y pedantería, entre patronos, obreros, socios y asociados. Resumen: La empresa requiere capital, humano y monetario; si se forma con varios, esos son SOCIOS. Si no es así, unos son jefes y otros obreros, al igual que el padre y el hijo, el abogado y el cliente, el juez y el acusado. No liemos. Dentro de los obreros, dos tipos: el que no da para mas, y el que quiere triunfar, ganar dinero y posicion, montar su propia empresa y crear su identidad propia. A ese no lo conviertes ni con miles de incentivos ni palmadas. Los incentivos son perversos en cualquier nivel. Me merezco mas. La implicacion del trabajador como parte de la empresa es un churro: Todos somos la empresa, filosofia barata, porque el trabajador se lleva el 5% y el empresario el 500%. Tema complejo, a lo largo de los siglos, con tantos problemas como personas formen parte de un grupo social.
Por eso, mi consejo:A cada uno lo suyo, lo justo, lo legal. Y Dios en la de todos.
Suerte.
Diego Conesa ha dicho que…
Al último anónimo:

Efectivamente puede parecer esta entrada y sus comentarios "filosofía y pedantería, entre patronos, obreros, socios y asociados". Seguro que tienes mucha más experiencia que yo en el asunto, con la "división de tareas" que haces, pero si esta relación social jefe/trabajador siempre ha sido complicada, más aún lo será, cuando lo que va tomando valor cada vez más es el capital intangible del conocimiento, y no la mano de obra "bracera".
Y donde discrepo totalmente, al menos en el reparto de beneficios de una pequeña organización, es el porcentaje 5%/500% que señalas.

Te voy a confesar mi idea al respecto. Beneficios de Tribulex:
- 50 % inversión.
- 10 % socios capitalistas .
- 30 % socios trabajadores
(50% total trabajadores).
- 10 % resto trabajadores
(otro 50% trabajadores).

¿Qué tal te parece, tú que creo sabes de sociedades laborales bastante?
Anónimo ha dicho que…
Hola Diego:
Es la primera vez que leo tu blog.
Y precisamente lo último que escribes es lo que más llama mi atención.
Como buen aficionado a las matemáticas, me resulta curioso (o quizás utópico) tu reparto porcentual de los beneficios.
Si tu empresa tuviera unos beneficios mensuales de, digamos... um.... 50.000 €, ¿me paso?, ¿me quedo corto?, eso supongo que tu lo sabrás, pero en fín, solo es un ejemplo.
De esos 50.000, según tu, 25.000 estarían destinados a inversiones, muy bien para ti, aunque algo injusto para los tuyos, en mi opinión, claro.
Para los socios capitalistas, estimaremos que sean 3 (por aquello de la Santísima Trinidad), habría 5.000 € (1.666 € para cada uno de ellos, siempre que fueran 3), lo que deja entrever que te contradices, en la operación anterior valorabas mucho las inversiones y al reducir el porcentaje correspondiente para los socios capitalistas empobreces el beneficio de su inversión.
Sin embargo aumentas el beneficio de los socios trabajadores, premiando su esfuerzo y sudor, no tanto como la total implicación y riesgo de un socio capitalista.
Para tus socios trabajadores destinarías, dentro de este caso hipotético, 15.000 € de tus beneficios.
Afirmas que tus empleados deberían ser en dos mitades socios y no socios, en este caso te estimaré, en base al beneficio aproximado de 50.000 €, unos 16 empleados, de los que según tu, 8 serían socios trabajadores y a los que les corresponderían 1.875 € por persona.
Y nos falta lo mejor, un 10 % para tus trabajadores no socios, esas personas que "solamente" ceden a la empresa su valioso tiempo y el esfuerzo correspondiente a las variadas aptitudes y actitudes de los especimenes humanos. Para ellos destinarías 5.000 € que entre 8, dan lugar a la astronómica cifra de 625 €, listos para magnificar la cuenta bancaria de algún padre de familia, mujer trabajadora o muchacho joven con aspiraciones...
Sin más solo decirte, que aunque no nos conocemos, veo en ti lo mismo que en casi todos los grandes empresarios, una ambición ciega de éxito (me alegro por tí) y una despreocupación total por la vida y preocupaciones de los seres humanos que te rodean y hacen que tus objetivos se cumplan. Creerás que me equivoco, por supuesto, pero es esa ceguera que provoca el poder, la que hace que te engañes tratando y pagando a las personas muchísimo mejor de lo que en realidad es, porque una cosa es la única que es cierta, LOS NUMEROS NO MIENTEN.
Un saludo.
Diego Conesa ha dicho que…
Al último anónimo:

Gracias por pensar/estimar unos beneficios MENSUALES de 50.000 €. Saldrían al año 600.000 €. Total, más de lo que facturamos, pero de todas formas gracias por pensar en tan magnos números para una modesta empresa como la nuestra.

Sobre el resto, discrepo en todo, hasta incluso en los "números" que indicas y que dices no engañan.

Cualquier empresa, con los BENEFICIOS (rendimientos netos después de pagar todo, impuestos y SUELDOS de todos los trabajadores incluido), lo que normalmente puede o suele hacer es REPARTIRLO ENTRE SUS SOCIOS, en función a la cuota de participación que tuviera en el total del capital social.

Volviendo a tu ejemplo, pero anualizando a 50.000 € los beneficios, si de ellos destinamos 25.000 € a inversiones (nuevos equipos informáticos, formación plurianual, mobiliario, nuevas instalaciones...) creo que no estaría mal, y que también son grandes beneficiarios los trabajadores de la empresa. Podríamos llevarnos los socios el 100 % de los beneficios, pero consideramos que todo lo que te he comentado es bastante más importante.

Seguimos con el 10% de los capitalistas: en nuestro caso apenas supera ese porcentaje, y por tanto, bien está aportarle, una vez descontado el 50% destinado a inversiones, el 10% del resto. También ellos, evidentemente, se beneficiarán del mayor valor de la empresa que pueda proporcionar esas inversiones.

El 30% destinado a socios trabajadores. Aquí está la clave para mí. Sería el 60% de "dividendos", si restamos la parte destinada a inversiones. Esta cantidad sería la retribución ADICIONAL A SU TRABAJO, de los socios trabajadores, personas que trabajan más de dos/tres años en la empresa, y en las que el compromiso con la misma y con su proyecto queda patente.

Y el 10% para socios no trabajadores (20% de la parte no destinada a inversiones) sería para aquellos trabajadores de la empresa, que no han llegado a la cualidad de socios trabajadores, por tiempo o por aspiraciones, siendo una forma de hacerles ver la política de empresa, e intentar implicarlos en el proyecto, proyecto que, en la mayoría de los casos, con trabajadores con menos de 30 años, es para una vida laboral cuando menos de 35 años.


Me ciegan, de mala leche, las injusticias, la envidia, y otros atributos que aspiro a no ejercitar. He llegado a la conclusión de que para ser feliz hace falta tener lo que a uno le gusta. A mí, un buen libro me hace más feliz que un barquito, por ejemplo.

Me ponen de mala leche, y mucho, los comentarios que tratan a los empresarios, en general y como tú haces, como auténticos delincuentes. Por ahí no paso.

El día tiene 24 horas, y me preocupo más por mis trabajadores y compañeros de trabajo que algunos "padres modélicos" con sus hijos. Y estoy gastando en este momento mi tiempo en decirte ésto en vez de estar comiendo gamba roja a costa de mis trabajadores, como pueden traslucir tus palabras.

Un saludo, y que te aproveche lo que estés cenando. Yo voy a comerme una pizza del Mercadona con mi mujer.

Y gracias por visitar este blog.
Anónimo ha dicho que…
Sin embargo, a mí me gusta más un barquito que un libro, porque el libro está al alcance de todos, pero el barquito no, y te lleva a disfrutar del deshielo de Al Gore, y de la subida del mar, creo que unos 5 metros en el 2050.
Por otro lado pienso que si tu empresa es modesta, qué leche haces dándole tanta vuelta a los porcentajes, socios, capitales, incentivos, inversiones y demás. Dedicate a trabajar, ganar lo que puedas y no ser verdugo con tus trabajadores.El obrero que se va es porque no era pa tí, como la novia que te deja y te pone cornamenta de berrea.Puente de plata, señor mío.
La pizza de Mercadona está horrorosa, dile a la señora que te haga una buena cena de esas al estilo gourmet de Argui o Ataz.Es más agradecía para el estómago y más de derechas.
Me parece que no has encontrado todavía el camino para la salvación y te encuentras en un tumultuoso mar de confusiones ético-político-religioso-morales. Los monjes budistas acogen en el Tibet a los desacoplados para encontrar el nirvana. Suerte.
Anónimo ha dicho que…
Estimado Sr.Conesa

Me surge una duda acerca de usted y de su organización, acerca lo que Usted cree que es una utilizacìón racional de los beneficios de su Empresa. Por ponerle un ejemplo veo que su Empresa esta certificada en calidad por un organismo certificador, así por encima supongo que la fiesta le saldría por más o menos unos ¿6000 euros?, puesbien me surge la siguiente pregunta:

USTED SE PARO A PENSAR QUE LE REPORTARIA MAS BENEFICIOS A SU ORGANIZACION:

1.- Gastarse 6000 euros en que le den una certificación que a buen seguro para el 99% de sus clientes, sin desmerecer a nadie, solo le suena por ser la misma etiqueta que llevan los electrodomesticos.

2.- De estos 6000 euros invertir 3000 en mayor liquidez para su empresa, 1000 euros para Usted,que por mucho que intente disimular es el jefe, y lo veo muy bien, y repartir 2000 euros entre sus empleados, implicandolos más,puesto que a los empleados, se les implica con acciones, no con palabras o ideas utópicas.

De verdad piensa que la primera opciòn es la que mayor beneficios le reporta a su organización, o en realidad es la idea que más le gusta a Usted.

Pienselo Sr. Conesa pienselo
Anónimo ha dicho que…
SOY TOTALMENTE AJENO A LA EMPRESA DONDE TRABAJAN Y ESTAN DEBATIENDO, PERO CREO QUE QUE SI DIEGO CONESA ES EL JEFE, ES EL JEFE, LAS CONDICIONES LABORALES, RETRIBUCIONES, VACACIONES ETC.. LAS PACTADAS Y AL QUE NO LE INTERESE QUE BUSQUE EN OTRO LUGAR, QUE.. TANTA EXPLICACIÓN. NO OS ENGAÑEIS QUE HAY DONDE ESTÁN MUCHO PEOR. Y SI NO ESTÁ BIEN ESTE COMENTARIO, PERDONADME PERO ES LO QUE PIENSO.
Anónimo ha dicho que…
yo creo que lo mejor es que disuelvan la empresa, la vendan, repartan las perras y lo que quede lo envíen a Mali, o se lo den a Saura para la próxima campaña electoral que se AVE-cina. También está el Convento de Santa Catalina del Monte, donde se aceptan propuestas de como llevar una empresa. !Anda que si los de Zara,Don Algodón o El Corty hubiesen tenido esos debates, no sé donde estarían.
Anónimo ha dicho que…
Perdona, pero habiendo tantos comentarios no he podido leerlos todos, pero en fin, te comento (como antiguo amiguete): hay una máxima en el mundo de los trabajadores: LOS TRABAJADORES SE CANSAN DE HACER SIEMPRE LO MISMO. Cuando una persona lleva 7-8 años trabajando en el mismo sitio y haciendo lo mismo, o está muy cómodo y/o cobra un "capital", o está hasta "los cojones". Yo he cambiado de trabajo y de profesión y, de verdad, estaba cansadísimo de lo que hacía (y de verdad, mi jefe me "pujó" exageradamente para que me quedara) y tuve que dejarlo. eso es así, las empresas no son estructuras estáticas y van cambiando, de personal, de instalaciones, de tamaño, etc... no le des más vueltas. Ser empresario es sobrevivir al momento. un abrazo campeón.

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FUENTEALAMERO TRISTE.

Un paso al lado. Artículo publicado en Infolínea Alhama nº1215 1-Oct-2021

PRESUPUESTOS CENTRADOS. REGIÓN CENTRADA.