10 años de Rentas.

Hace un mes que no escribo ninguna entrada en el blog, y ya le tenía ganas.
Razones de tiempo, y especialmente de trabajo, habida cuenta de que me intento ganar la vida asesorando a pequeños empresarios, además de particulares, especialmente en aspectos fiscales.
Así, los últimos 30 días los he dedicado plenamente a confeccionar las últimas Declaraciones de Renta de mis Clientes, así como las declaraciones fiscales de muchos otros pequeños empresarios y autónomos. De estos Clientes, muchos de ellos depositan desde hace años su confianza en nuestra empresa. Y sobre la evolución que he palpado en sus finanzas y situaciones personales y familiares, voy a destinar unas simples y pequeñas reflexiones en este artículo. Son ya 10 años los que llevo confeccionando la declaración de la Renta a muchos Clientes, y muchos de ellos desde entonces; y son muchas vicisitudes las que ocurren durante ese largo período de tiempo y de vida. Además, se convierte en mi mejor panel de análisis social, y que posiblemente me impregne de un excesivo pragmatismo o posibilismo, según me achacan algunos amigos, y que yo prefiero denominar “estar preñado de realidad social”. Desgraciadamente, entre 1997 y 2007 no veo que las mejoras sean sustanciales en la dinámica vital, social y financiera de muchos de mis Clientes. Un dato que creo lo aclara mucho: en 1997, la mayoría de ellos venían a confeccionar la Renta los últimos días, habida cuenta de que sabían que la devolución iba a tardar bastante tiempo (se alegraban si les venía para las Navidades, pero casi siempre no hacían cuentas con este dinero para pagos que tuvieran que hacer). Entonces, la deducción por los intereses de los préstamos hipotecarios destinados a la vivienda habitual, que de seducían directamente de la base imponible –y la amortización de la cuota líquida a pagar-, eran tanto o más importantes que ahora, pero en la mayoría de casos no se hacían cuentas con la devolución de Renta. Conforme pasan los años, éstos y los nuevos clientes, sobre todo los más jóvenes, ya comenzaban a hacer cuentas con el dinero de la Renta para las vacaciones, con un poco de suerte, y ya en algunos casos incluso se pedían anticipos en las entidades bancarias para poder disfrutar de vacaciones con este dinero. La gestión de las devoluciones por parte de la Agencia Tributaria mejoraba, pero el dinero que en la mayoría de casos salía a devolver ya comenzaba a tener un destino concreto e inmediato: tener el dinero para pasar unos días de escapada. Estos últimos dos o tres años, el asunto se ha agudizado aún más, y lo que antes se esperaba con ilusión para las vacaciones, ahora, en la mayoría de casos, se “exige” que se lo devuelvan los primeros días de mayo, para poder “pasar las comuniones o bodas de turno”. En final de campaña ya son muy pocos los que vienen a confeccionarla, a excepción de los que saben que les sale a pagar – en su mayoría personas de cierta edad, sin problemas económicos, y que tienen rendimientos de capital mobiliario o ventas agrícolas-. ¿Son mejores las vibraciones que ofrece un señor que va con tranquilidad a hacer su Renta, y que si le sale a devolver se alegra pero no hace cuentas de este dinero; o lo es el de que espera ansioso el día 2 de mayo para que le devuelvan la Renta y poder hacer frente a los pagos de la Comunión de su hijo, pagar el traje de la Boda, o hacer los oportunos regalos? Con este sencillo comentario, que puede afectar, en los términos en los que lo he podido comentar, a más de una tercera parte de los contribuyentes…
¿estamos mejor que hace 10 años? ¿somos más felices porque corramos más? ¿puede que seamos más esclavos del consumismo, y algo más infelices?
Espero vuestros siempre interesantes argumentos y opiniones. Feliz Verano……. y Feliz destino de la Devolución de la Renta.

Comentarios

Antonio J. García Conesa ha dicho que…
Bienvenido de nuevo al blog, se te echaba ya de menos. Yo también llevo más de una semana de silencio por el nacimiento de mi hija, pero mañana ya publico sin falta un artículo que tenía ya casi terminado.

Me alegro, Diego, de que por una vez tu pragmatismo no te impida ser crítico con el sistema. Efcetivamente, la renta per cápita aumenta, pero el nivel de felicidad real no parece que lo haga en la misma proporción. El exceso de consumo a crédito parece tener la culpa, azuzado por un materialismo enfermizo y por unas entidades financieras cada vez más valientes a la hora de conceder préstamos (como hay mucho trabajo, el nivel de morosidad es más que asumible).

Una vez más me reafirmo en la idea de que vamos hacia el modelo norteamericano de sociedad. Hace un par de años leí algo sobre un estudio sociológico en el que se concluía que el estadounidense medio era más feliz en los años 50 y 60 que en las dos úlimas décadas, a pesar de tener más renta y más capacidad de consumo. Este verano estuvimos veinte días allí, invitados por un fuentealamero que lleva más de 30 añ viviendo y trabajando en Filadelfia. Una de las cosas que más me llamó la atención es que allí se cobra cada semana (los viernes), incluso en los trabajos cualificados. Comenté a mi anfitrión que eso en España estaba más que superado, y que sólo se da a veces en el sector agrícola. Él (que emplea en su taller de carpintería a unos 12 trabajadores) me dijo: "Si a un americano le pagas mensualmente, no llega ni al día 15".

Efectivamente, en España como en EE.UU. el consumo doméstico va demasiado acelerado. Y no es sólo un problema económico, también lo es sociológico y cultural. Por eso los norteamericanos son la sociedad más inculta del mundo desarrollado. Reflexionemos, aunque las soluciones no sean fáciles.
Diego Conesa ha dicho que…
Hola "papá" Antonio:

Espero que lo llevéis bien los tres, sobre todo las dos Bárbaras.

Crítico, o al menos autocrítico, siempre lo he sido, pero desde mi perspectiva. Como creo que todo el mundo.

Interesantísimo lo que dices de los pagos semanales de USA. Aquí en España está claro: eso se estila en muchas empresas de construcción, y aún más en aquellas en las que el nivel de estabilidad emocional del trabajador es más baja. No te digo nada si tiene algún tipo de problema con la bebida u otras drogas.

Antonio: reflexiono mucho sobre el asunto, y medidas fáciles no hay, está claro. Medida que creo sencilla y de poco coste: MERITOCRACIA Y MAYOR VALORACION SOCIAL DE LA CULTURA DEL ESFUERZO, siempre vinculados a los de FORMACION.

Medida que propongo, en esta línea, a nivel LOCAL: que en el Pleno más importante del año en nuestros Ayuntamientos (Aprobación de Presupuestos), se incluyera como segundo y último punto del orden del día el de establecer los PREMIOS A LOS MEJORES ALUMNOS DE TODOS LOS COLEGIOS E INSTITUTOS del Municipio.

Somos una hormiga en este universo global y consumista, así que me conformaría con propuestas que al menos tuvieran acogida en aquellos lugares donde podemos incidir.

Por eso, Antonio, hablo de MUNICIPALISMO GLOBAL, término que iré desarrollando próximamente con mis limitaciones intelectuales y de síntesis; pero que resumidamente significa que
LA VERDADERA DEMOCRACIA SOLAMENTE PUEDE SURGIR DESDE EL MUNICIPIO, mediano de población -5.000 a 35.000 habitantes-.
Uniendo lo mejor del pueblo (el conocimiento físico y personal de las gentes) y lo mejor de la globalización (internet y la libertad de comunicación e información personal que ofrece), podremos conocer lo mejor de fuera para poder influir donde únicamente podemos hacerlo, en nuestro pueblo o vecindad, donde lo que una persona puede ofrecer no es marketing, sino hechos y una forma de ser y actuar.

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FUENTEALAMERO TRISTE.

Un paso al lado. Artículo publicado en Infolínea Alhama nº1215 1-Oct-2021

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