EXUBERANCIA MUNICIPAL (I)
Son varios los elementos de análisis que durante estos últimos 50 días han pasado por mi cabeza: La comparación Portugal Vs España tras mi visita turística al país vecino durante los 12 primeros días de Agosto; la encrucijada urbanística en la que nos encontramos; las fiestas de mi pueblo natal, Fuente Alamo; las de Librilla; las reformas y nuevos enfoques a gestionar en la empresa que dirijo; o la más satisfactoria de ver a mis dos enanos aprendiendo todo lo malo, habido y por haber, a pasos agigantados, en sana convivencia con sus primos en Isla Plana, en plan “verano azul” actualizado.
Mucho me he acordado del blog, y de mi incapacidad para disponer de un rato, para poder escribir algo durante casi dos meses, aunque fuera flojico en comparación con el tiempo y dedicación de ilustres en esto de los blog, todo un descubrimiento que cada día me gusta más.
Hace ya unos años que se acuñó el término de “exuberancia irracional”. Utilizada por Alan Greenspan en 1996 para describir las valuaciones de mercado de la nueva economía; y popularizada cuatro años después por el economista de Yale, Robert Shiller. La frase describe el comportamiento de los inversores privados durante las burbujas especulativas en los mercados accionarios públicos.
Este mismo término, pero en versión ladrillo, podría acuñarse a lo que hemos estado viviendo estos últimos años, justo un poquito después del primer batacazo tecnológico, allá por el que nos parece lejano año 2000. El comportamiento de todos los actores del mercado inmibiliario, sin excepción (compradores, nuevos promotores, proveedores como bancos y tasadoras, y agentes reguladores – especialmente Ayuntamientos-) bien que se parece a su homólogo el exuberante financiero.
Pero las continuas subidas de los tipos de interés, la cobertura casi total de la demanda real originada por la necesidad de vivienda de la generación del “baby boom” y otros hechos han ocasionado el innegable bajón inmobiliario, que se denota ya en sus primeras fases (visados de proyectos, licencias, estructuristas). Parecía que se no se iba a acabar el ciclo, que siempre lo hace.
Mucho se habla de si este parón, o ralentización, va afectar al crecimiento del PIB en tantos o cuantos puntos porcentuales, de que va a afectar a los ingresos de las Comunidades Autónomas –receptoras directas de los coloquiales “derechos reales”, ITP y AJD técnicamente hablando-.
Pero mucho me temo de que quien lo puede pasar mal, muy mal en algunos casos, son las arcas de algunos Ayuntamientos, especialmente aquellos en los que se han establecido unos parámetros “exuberantes” de crecimiento en sus recién o casi aprobados PGOU.
Y se preguntará usted, sufrido lector que ha llegado hasta aquí, ¿qué tienen que ver las Fiestas de Fuente Alamo o de Librilla, con el urbanismo de los últimos años, la exuberancia irracional y las posibles dificultades de algunos Ayuntamientos derivados del parón inmobiliario?. Creo que mucho.
¿Saben ustedes lo que un pueblo como Librilla, a cuyas gentes le tengo gran afecto, con menos de 5.000 habitantes, recauda anualmente, por los tributos que gestiona –el IVTM de los coches, el IBI o contribución, y el IAE de las PYMES? ¿Saben que esta recaudación no es ni una quinta parte de lo que puede suponer un buen año de “convenios urbanísticos? ¿Qué pasa si el asunto del ladrillo se congela y los convenios pasan a mejor vida? ¿Quién pagará las fiestas del 2008, si quieren hacerlas iguales que las de 2007, con toros de 1ª, conciertos, comidas y otros gratis total?
¿Se destina la recaudación extraordinaria del urbanismo para infraestructuras que perduren, para inversiones extraordinarias que no tendrían cabida sin la existencia de esos extraordinarios, y que mejoren la calidad de vida de sus vecinos de próximas generaciones; o se destinan a “pan y circo”, a creernos que somos el mejor pueblo, nuevos ricos a la altura de grandes ciudades, al menos en espectáculos, haciéndonos perder el norte y sentido común, el saber hacia dónde vamos y de dónde venimos?
¿Sabe alguno de ustedes o tiene información contrastada –medios locales, web municipal…- de los datos económicos de su Ayuntamiento, de dónde destina sus ingresos y gastos, de comparativas con otros municipios semejantes en tamaño y ubicación geográfica?
¿Tiene intención alguno de nuestros políticos locales, de nuestro entorno, intención de informarnos medianamente de cómo están los monederos municipales?
¿Después de la exuberancia irracional de estos años, alguno de los políticos podría pensar lo agradecidos que estaríamos muchos de sus vecinos de que nos dieran información, cuentas claras, diciendo que esto no se puede hacer porque solamente hay para lo otro, que con las previsiones X hay para hacer en los próximos 3 años esto o lo otro? Ya estaría yo contento con que se colgara en la web municipal un balance y cuenta de ingresos y gastos asumible por cualquier mortal, y comparativas con los últimos 5 años, por ejemplo.
¿Tendremos la oportunidad de ver a alguno de ellos en un papel de vecino real y no virtual, de gestor provisional de los recursos comunes, que esté pensando más en acciones que beneficien a presente y futuros vecinos, que no esté jugando a político versión regional/nacional, que explique las cosas claras y sin hipocresía, sin creerse salvador de nada?
Espero sus comentarios, para mejorar la segunda parte del comentario.
Comentarios
(la malas lenguas dicen que en fuente alamo la deuda entre 1500 y 2000 kilicos de las antiguas ptas, y sigue al alza como los intereses, alguno me replicara que eso es "na" que estamos mejor que con los sociatas, pos vale...)
Algo tan sencillo como colgar los presupuestos en internet, ¿por qué no lo hacen? ¿Acaso tiene miedo de que los ciudadanos sepamos y opinemos? Al menos en Alhama colgaron el PGMO. En Fuente Álamo ni eso.
Un saludo y bienvenido de nuevo al blog.
Sobre el resto del comentario del blog no sé si responderte. Solamente lo voy a hacer con respecto a lo de "porque trabajáis poquico y repartís con el pueblo". Cuando quieras, te identificas, me das tu correo electrónico, y te paso mi historia laboral, y de la RSC de mi empresa. Y luego me pasas el tuyo, haber quién da más.
Siento decirte que tú mismo te pones la zancadilla con tus argumentos. En 1995 claro de los tipos de interés estaban mucho más altos y que el coste de pago de intereses de la deuda podría hacer pupa a los presupuestos municipales.
Pero entonces no había boom urbanístico, ni recalificaciones ni convenios como los ha habido en esta década. Es por ello que esa deuda tiene menos sentido, en tanto que si se hubiera destinado a infraestructuras, se podría haber destinado parte de los ingresos corrientes al pago de la deuda, ya que la parte que obligatoriamente ha de ir destinada a inversiones se podría haber hecho con los ingresos extras.
Si es así como dices, (yo no lo sé y no sé de donde poder sacar la información, por mucho que haya buscado) de que la deuda municipal es de 1.500 kilos, te puedo calificar la gestión económica con un solo apelativo: DESASTROSA.
Y siento mucho decirlo, pero es así.
Un saludo, a la espera de que encuentres por este blog a tu Julio Cesar o Marco Antonio, aunque más que negro, lo vas a tener "rojo" para encontrarlo.