Con PACO, ¿QUÉ Y CÓMO LO HACEMOS?

Lunes 15 de junio, 8:30 horas, llegando a la oficina saludo a Paco, que está, como casi todos los días, llevando a la tienda de al lado el pan y la bollería que, desde hace casi 20 años, reparte como autónomo de una gran marca. Ese día va con otro compañero. Al verlo, comienzo a cavilar y pensar que es el que le va a hacer las vacaciones próximamente (nuevo logro conseguido no hace mucho). Ambos van sonrientes.

El mismo lunes, a las 12:00 horas, Paco me llama a la oficina, diciendo si puede venir a hablar conmigo. Lo veo que le cuesta trabajo articular las palabras. Dice que no puede ir a su casa así, que quiere comentarme lo que le acaba de pasar: lo han despedido. Paco, 43 años, casado, su mujer trabaja desde joven, sin asegurar, por las tardes, por 330 €. Dos hijos, uno con 2 y otra con 9. Primera vivienda pagada hasta que en 2003 se animaron a cambiar, como tantos, a otra mejor. De la nueva de hipoteca le quedan 14 años.

Veinte años de autónomo, repartiendo bollería industrial: la misma zona, los mismos comercios, el mismo recorrido. Comunicado, sin previo aviso, que juntan su ruta con las dos más cercanas, para de tres dejar solamente dos. Le ha tocado a él. El motivo argumentado: la guerra de las marcas blancas, con Mercadona y su nueva política a la cabeza. Todo esto es lo que puedo leer de la notificación del despido que, afortunadamente y gracias sobre todo al nuevo Estatuto del Trabajador Autónomo, recibe una indemnización equivalente a 20 días de sueldo por año trabajado.

Con lo que le pagan, él que va a la peseta, tiene para aguantar 12-15 meses, ya que por supuesto no tiene posibilidad de percibir prestación alguna. Me quedo un poco pillado, tras haber pensado inocentemente el fin de su compañero, y sobre todo porque es de esos casos que no concibes que puedan pasar. Pero ha pasado, y seguirán pasando.

Tras el shock inicial, e intentar consolarlo antes de darle el sopetón a su mujer, comienzo a darle vueltas al asunto: ¿qué va a ser de Paco?, ¿Qué debe hacer estos próximos meses, en su caso sin poder trabajar y dándole vueltas al coco?, ¿Cómo debería enfocar su segunda fase laboral, bordeando ya los 45 años?, ¿Cómo debe plantearse esta situación de cara al futuro inmediato, pero sobre todo a medio-largo plazo, de qué es lo que quiere para sus hijos? Y sobre estas dos últimas cuestiones, pienso: ¿Dónde han de establecerse las prioridades para ayudar, especialmente en el largo plazo, a este padre de familia y a lo que aspira para sus hijos, empezando por él mismo, los que le rodeamos, y las Administraciones que se supone han de velar por él?

Y yo pienso y me digo: “que va a estar crudo que vuelvan tiempos mejores para la distribución como él la hacía, como autoventa, con unas garantías mínimas”.

Después, pienso en su furgón, su inversión, y el futuro de la automoción : “hemos vivido 50 años rodeados y casi viviendo para las 4 ruedas, pero ahora, por las buenas o por las malas, o cambiamos el chip, y nos quitamos autodependencia, o dejaremos un futuro mucho más negro y ozono a nuestros hijos”.

Lo tercero que pienso es que “lo mejor que puede hacer es engancharse con algo de lectura, y ponerse junto con su hijo, a saber qué estudia, qué hace, mientras lee algo de motivación, autoayuda, mecánica, fuerza de ventas, marketing, o sobre nuevos yacimientos de empleo”.

Y lo cuarto es, pensando en estos yacimientos, “cual podría ser uno de ellos, que le ayudara a buscar una alternativa a medio-plazo: ¿dependencia, teleasistencia, autotaxi con otros en la misma situación para gestionar traslados de dependientes a centros de día, hospitales, visitas guiadas, familiares…..?” Puede ser una opción.

Todas estas opciones, desde mi punto de vista, mucho mejor, de recorrido, de realización personal tras el tapón de estos 20 años haciendo lo mismo, de “independizarse de una marca”, de poder ser más útil. Eso sí, para ello tendrá que buscar, leer, estudiar, ver posibles paralelismos en otras poblaciones, hacer propuestas en los organismos que correspondan, estudiar la demografía de su pueblo…. Muchas cosas, que requieren esfuerzo, sacrificio, pocos ingresos iniciales, algún que otro contratiempo, pero que solo él podrá hacer que sea exitoso.

Y por favor: nada de mentiras y demagogia sobre lo que hemos vivido, especialmente los últimos 15 años. Se ha visto que el Estado es absolutamente necesario y el mejor árbitro, incluso para la Economía; que para ello hay que pagar impuestos y sentirse orgullosos de pagarlos quienes lo hacen; que quienes los recaudan han de gestionarlos con la eficacia y trasparencia de un vaso de agua; que quienes reciben transferidos los servicios públicos de esos impuestos recaudados han de ser agradecidos y responsables con ellos; yque las ciudades y nuestros pueblos han de girar hacia la persona y no los autos; y que el conocimiento, la formación y el apoyo que con la misma podamos hacer de referencia para nuestros hijos será la única forma de ser mejores empleadores o empleados, y podremos dejar algo bueno para los que vienen detrás.

Como dejemos el cuerpo muerto a la espera de algún salva patrias, de los que lo arreglan todo pagando menos impuestos y siendo “más libres”, y veamos solamente cómo llevarnos un trozo de pan mañana sin saber cómo cocinar con el harina para dentro de un poco más, creo que mal vamos a ir y peor terminar. Mi obligación, tanto personal como profesional, es ayudar a darle una opción, unos consejos sobre cómo enfocarla. La suya: buscar fuerzas, no achicarse y refugiarse en el bar, estudiar y leer junto a su hijo, apostar y tener suerte.

Y las Administraciones, no ser tan demagogas, invertir en el largo plazo y ser eficientes y transparentes. Casi todo lo que no hacen, más a nivel regional y local que incluso a nivel nacional, afirmo yo.

Y tú, ¿Qué opinas sobre mi cliente y amigo Paco, y sobré que y cómo debemos actuar, principalmente las Administraciones, en este momento histórico que nos ha tocado vivir?