SALUD, Y FUERZAS PARA CONSTRUIR JUSTICIA SOCIAL.
Por nuestra
tradición festivo-cristiana, estos días afloran los mejores deseos y sentimientos en la
mayoría de nosotros. No está de más, habida cuenta de lo que tenemos el resto
del año.
Pero no es
suficiente. Es más, es muy deficiente que, a estas alturas hablemos de
solidaridad y de igualdad entre todos nosotros y nosotras cuando, en el último
año, la brecha, la desigualdad sea más
grande entre los que más tienen –poder y dinero- y los que cada vez tienen
menos para malvivir.
Para que
haya igualdad y solidaridad, para que sea norma común durante todo el año,
tiene que haber JUSTICIA SOCIAL, debemos de obligarnos y protegernos en unas LEYES
JUSTAS. Y en esto, en tener unas Leyes Justas, que ayuden a redistribuir la
riqueza, en hacer una sociedad más cohesionada, creo que debe ser la primera
obligación, los 365 días del año, de cualquier servidor público que tenga como
valores de referencia la IGUALDAD de OPORTUNIDADES, la LIBERTAD PERSONAL, la
DEFENSA DE LO COLECTIVO, LA SOLIDARIDAD ENTRE LAS PERSONAS Y LOS PUEBLOS, y
sobre todo la JUSTICIA SOCIAL.
Para todo
ello, es fundamental y define el mayor o menor grado de cumplimiento de estos
valores el MODELO ECONÓMICO imperante en una sociedad. El actual, este
capitalismo que no respeta tan siquiera los principales valores y filosofía
capitalista, este capitalismo de casino, nos lleva a justamente la ruptura, a
una mayor desigualdad, a hacer casi imposible que dispongamos de las mismas
oportunidades, a que estas oportunidades y la necesaria libertad personal no
puedan conseguirla muchas personas jamás, simplemente por el hecho de haber nacido
en una familia y no en otra.
El empuje egoísta y falto de libertad personal del
actual capitalismo nos lleva a destruir esa parte de riqueza inmaterial pero
fundamental que tenemos todos y todas, desde la cuna: lo público, lo colectivo,
lo que es de todos, a partes iguales e indivisibles. Y esa desigualdad y falsa
libertad nos lleva a la insolidaridad, al egoísmo, sea entre paisanos o entre
pueblos. Y todo ello porque, entre los valores del actual sistema económico, no
cotiza, para nada, el valor más importante: la JUSTICIA SOCIAL.
Hoy,
Nochebuena, mañana Navidad, pasado mañana 2º día de Pascua y así hasta el año
que viene, no pasa día que no me acuerde ni piense, por mis humildes y
limitadas responsabilidades políticas como concejal y Secretario General del
PSOE en Alhama, de todas esas personas que lo están pasando mal, y que muchas
de ellas caen en la resignación de que las cosas son así porque sí. Y nada es
porque sí. Todo tiene su explicación y fundamento histórico y económico.
A
todas esas personas, a toda esa Alhama humilde, a esa Alhama silenciosa, a toda
esa Alhama que no habla ni se queja por no pecar, quiero dedicar estas
palabras, con el deseo e ilusión de que, entre todos y todas, busquemos, consensuemos
y encontremos propuestas y soluciones para hacer más real, auténtica y
verdadera la igualdad de oportunidades, la libertad real de todos y cada uno de
nosotros y nosotras, que mantengamos esa parte material y de servicios
colectivos, públicos, que nos dignifican a todas las personas
independientemente de nuestro estatus económico, y que con todo esto florezca
en nosotros un sentimiento real y auténticamente solidario –frente a una
caridad de 7 días al año-, teniendo siempre presente, en ese nuevo orden
económico y social que hemos de construir entre todos y todas, que el epicentro
de toda decisión es que ha de ser socialmente justa.
Salud, mucha
salud y fuerzas para pensar en cómo construir un mundo mejor en 2013.
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