CAP. I . Diario personal.
Sábado 24. En mis manos comienzo la mañana con el mismo material que terminé la noche, abatido en el sofá. KioskoyMás en el Ipad me conecta y quizás no me deje desconectar, pero es una herramienta fantástica. Me parece ya una postal del recuerdo de aquellos ratos de lectura periodística en el Casino de Alhama, a 40 metros de casa y con la portería de Pepe el Maza, los domingos por la tarde.
Lecturas, mensajes y llamadas, con micro momentos para la planificación de la semana. Mis hijos, adolescentes confinados como todos, acceden a comer con sus padres, previo pacto del lugar y menú. Uno de mis pequeños y afortunados lujos, comer o cenar los fines de semana con Lali, más allá del menú diario.
Repetimos ya sin retoños por la noche en otro rincón
gastronómico de Alhama. Allí está un grupo de amigos eufóricos ya en fase de
chupitos, algunos sin mascarilla. Ya puesta, hablo con uno de ellos de un
bonito proyecto de rehabilitación de un barrio degradado y su encaje con fondos
europeos. No se me olvida, como tampoco la confesión de otro de los colegas y
amigo: él, muy fenicio y sociable, con familia y sólida formación, me confiesa
sus filias anarquistas…y que nunca ha votado. Me quedo de piedra, pero así es
esto. La mayoría de los colegas sé que nunca han faltado a las distintas citas
electorales desde sus 18 años.
Domingo 25. Más
lecturas, mensajes y llamadas matinales. Hacemos doblete este fin de semana,
algo inusual, y repetimos comida. Diego tenía el capricho, desde que pasó una
fuerte infección vírica durante días duros y sin apetito, de comerse un
chuletón. Él y su hermano se meten conmigo y se cachondean: ”Papá, un chuletón, jajaja..24 €, jajaja”.
Al pedir la cuenta, el dueño me pide, como sus colegas del día anterior, si se puede
hacer algo para no romperles la noche con el anunciado toque de queda y el
publicado estado de alarma. Piden, con todas las garantías sanitarias, una hora
más para poder trabajar. Toda la tarde, más el rato de cinta con los dos
primeros capítulos de Chernóbil, tienen el sabor al postre-petición de los tres
hosteleros.
Lunes 26. Agenda
apretada. Rueda de prensa en Princesa. Con nuestras propuestas sanitarias,
siempre girando sobre la base inicial de nuestro programa sanitario: refuerzo
de la atención primaria. Su papel en la primera ola, y sus carencias
estructurales en la segunda, pueden resumir la situación sanitaria en la
Región. El material informativo lo lleva recopilando todo el fin de semana mi
compañero Peñalver. Es savia política nueva, a veces incomprendida pero
imprescindible para cambiar algo las cosas, también en la gestión sanitaria
regional. Siempre recaba información y propuestas con rigor, consultando con un
extraordinario elenco de compañeros y simpatizantes, todos ellos profesionales
sociosanitarios. Con ellos tengo, cada 15 días y desde septiembre, una
videoconferencia para centrar ideas y propuestas.
Rápido a Lorquí, para beber y agradecer el trabajo de su alcalde y los concejales. Siempre la política municipal, la que se escribe con
mayúsculas, la más sana y genuina. En la que más se planifica, aunque parezca
mentira. Centro de salud y transporte público, o más bien la ausencia de ambos,
centran nuestra conversación. Visito dos colegios y hablo con sus directoras.
Una lección total de adaptación y resiliencia, de docentes, alumnos y espacios.
Mucha ventilación con puertas y ventanas abiertas. Me pregunto qué pasará en
diciembre y enero con bastantes menos grados en el termómetro.
Son las 16:00 y todavía no se ha publicado la Orden que
regula el mal llamado “toque de queda” en la Región. Estoy extrañado, porque se
anunció el viernes y ya tenemos publicado el estado de alarma. Pienso en ese momento que, quizás, la demora
se deba a que está el Gobierno Regional pensando retrasar el horario del toque
de queda una hora. La hora de los hosteleros. La misma hora que en ese minuto
concreto me vuelve a pedir el dueño de un bar en Murcia, mientras pido la
cuenta del menú de los lunes. “Esa hora
nos haría un mundo”. Pienso lo que pienso y le envío un mensaje al presidente
regional. Le comento que valoraríamos positivamente ese retraso de una hora.
Informo al GPS y a la CER. Sé que es una medida con muchas aristas, pero las cuatro miradas, ruegos y peticiones en tres días de cuatro hosteleros me pesan más. Sigo
pensando en esta medida mientras mantengo una videoconferencia con mi amiga y
compañera la exministra de Sanidad y la nueva Secretaria de Estado. Y sigo
insistiendo, en todos los foros que puedo, del refuerzo de la Atención Primaria
y la salud comunitaria. Sólo con estas herramientas podremos combatir la
sindemia que padecemos. De vuelta a casa llamo al consejero de Salud, le
comento el asunto, compartimos opiniones y le envío el meme con las cinco propuestas
que he anunciado a primera hora de la mañana.
Martes 27. Junta
de portavoces en la Asamblea. Cita semanal para ordenar los asuntos a tratar la
semana siguiente en el parlamento regional. Infructuoso debate sobre la
comparecencia del Presidente, solicitada desde el 23 de septiembre y de
obligada presencia, aunque retrasada en varias ocasiones por los tres grupos de la
derecha. De vez en cuando se le escapa algo al portavoz popular, pero poco.
Casi todo programado previamente y marcaje férreo a su derecha, la naranja y la
verde. Las miradas delatan. Miércoles 4 es el último día del plazo. Será
finalmente el viernes, tras cambio aprobado de lo ya programado para la semana.
Llamadas y mensajes, también de vuelta a casa, previa parada
en la de mis padres, en Fuente Álamo. Apenas cinco minutos para verlos, más bien
que me vean, y preguntarles por lo básico. Qué poco piden, con qué poco se
conforman, qué poco trabajo nos cuesta, y a veces qué poco pienso en estas
cosas. En las cosas que importan, las de verdad.
Tarde con la misma locura de llamadas, mensajes y
micro-momentos para pensar, también andando en la cinta, donde me voy a los
años de plomo vascos con el nuevo capítulo de Patria. Momento útil en casa, con
la macro ensalada que a veces preparo, y momento de Mujer, la de mi casa y la
de la serie de tv. Se nota que Turquía está en esa etapa emergente como tuvo
España en los 80, también en lo televisivo.
Miércoles 28. Pleno en la Asamblea. De impulso. Una semana debatimos mociones de propuestas según la cuota que corresponde a cada partido, y a la siguiente semana se supone que es de control. Un impulso desolador en ocasiones. Hoy es uno de esos casos. Nuestro grupo lleva dos mociones, sobre educación y sanidad. Contratación de más rastreadores, porque los rastreos salvan vidas y evitan confinamientos y porque con el coste de un paciente de Covid-19 durante cuarenta días en la UCI se cubre la contratación de dos rastreadores para todo un año. Y educación para dotar de los recursos para limpieza y desinfección de los colegios a los ayuntamientos. El Gobierno lleva su DL contra los okupas, y el PP dos mociones contra el Gobierno de España: que la CHS retire las medidas cautelares sobre la masa de agua subterránea del campo de Cartagena y crear una comisión de investigación sobre las consecuencias de las pateras. Okupas y pateras. Desolador.
Jueves 29. Princesa. Suelo concentrar en la sede regional del PSOE las cuestiones pendientes del partido o de otros colectivos para los jueves. Entrevista matinal en la 7TV, tratamos varios asuntos, entre ellos el proyecto de Presupuestos del Estado. Unos presupuestos excepcionales para un momento excepcional. Excepcionalmente sociales, con la importancia que tiene para esta Región, con unas tasas de pobreza y desigualdad de Champions. Y con unas cantidades genéricas asignadas a proyectos de digitalización y transición ecológica de la economía también excepcionales. Espero que sepamos aprovechar como Región este momento urgente, único e irrepetible para reconducir tanto desatino ambiental durante lustros. Presupuestos y proyectos donde la iniciativa privada tendrá un papel fundamental.
A final de mañana tengo una reunión con la dirección de Estrella de Levante, me presentan tres iniciativas fantásticas, muy sensatas y ajustadas presupuestariamente. Veo día a día la inquietud social y multitud de propuestas para el Mar Menor. También que tenemos la obligación de consensuar una idea central de qué modelo queremos, y a partir de ahí se pueden y se deben entrelazar muchas ideas y proyectos, compatibles entre sí y de rápida ejecución. Donde la iniciativa empresarial es fundamental. Los proyectos que acaban de presentarme cumplen todos los requisitos. Echaremos un cable.
La tarde avanza, y el tiempo para preparar la prorrogada comparecencia de López Miras en la Asamblea se estrecha. Repasando, puedo demostrar que, hasta en siete ocasiones en apenas un año, le he propuesto al presidente regional un acuerdo para fortalecer la salud pública regional, y de manera específica la Atención Primaria. Y que llevamos cuatro meses solicitando más rastreadores.
Pienso mucho en mis compañeros de Grupo Parlamentario, en
todo ese trabajo que apenas se ve, se lee o se escucha. Pero sobre todo en su
desazón diaria de no poder ser más útiles a la Región. Quedamos encendidos el
flexo y yo hasta las 3 de la madrugada. Termino de escribir y apenas puedo
hacer un par de repasos al texto.
Siempre me falta tiempo para mí, para mis intervenciones. No logro ser
más pragmático y egoísta en esto. Me insisten en que cambie esta dinámica y me
olvide del mundo el tiempo suficiente para prepararlas. Tienen razón. No sé si
lograré cambiarlo.
Viernes 30. Comparecencia de López Miras en la Asamblea para hablar de la Covid-19 en la Región, 38 días después de solicitarlo, y a dos días hábiles de agotar el plazo máximo con todas las prórrogas reglamentarias agotadas. Me produce mucha desazón estas actitudes de desaire a las instituciones. Les hacemos mucho daño. Es una de las grandes responsabilidades de quienes las representamos. Escucho al presidente regional. Un compañero me pasa el titular en el digital de LV: “López Miras anuncia un plan de contingencia para abrir 500 camas en hospitales en 24 horas, si es necesario”. Un minuto después se escucha en el hemiciclo. Ya sabemos todos que, todo lo que se pueda decir o proponer por cualquier grupo parlamentario, poco recorrido mediático va a tener. La tiranía del titular, pero esto está montado así. Insisto en mi intervención en el reforzamiento estructural de la salud pública regional. Aprovechar todos los recursos financieros y legales hacerlo efectivo, sobre todo la tasa de reposición del 110% para 2021.
Termino trasladando esa necesidad de ser útiles de los 17 parlamentarios socialistas, de que la lealtad no admite peros y de mi disposición a asumir “cualquier coste político personal, cualquier renuncia política futura, si con ello pudiera acordar y consensuar las políticas urgentes y necesarias que se merece nuestra Región y nuestra gente”. Le pregunto a López Miras si está dispuesto a hacerlo él también. No me responde. Mi afirmación constará en el diario de sesiones, y también aquí, en este blog. Hay hemeroteca. Me reafirmo en mi compromiso.
De vuelta a casa, paro ver a mis padres. Mi madre, siempre
queriendo darme algo de comida para los nietos. Son las secuelas de varios
meses sin verlos. Por
la tarde una conversación pendiente, que me había pedido personalmente una
mujer muy trabajadora y responsable. No hay proyecto de vida independiente para
muchos jóvenes treintañeros si no hay sueldos que lo permitan. Doscientos o
trescientos euros de aumento de sueldo les puede cambiar esa perspectiva. Cuando terminamos, me entra desazón y cierto
complejo de fortuna, por haber tenido la suerte de esquivar esa situación, que
no me la quita ni tan siquiera haberme dejado la vida y 16 horas diarias de
trabajo y empresa durante 17 años, entre los 25 y los 42 que tenía cuando en
2015 accedí a la alcaldía de Alhama.
Llega la noche, la primera que saldrán Diego y Álvaro con sus amigos en toque de queda. Voy con Lali a tomar algo a un bar de Alhama. Son las 21:30 hs, apenas tenemos una hora. Espacio de más de cuatro metros entre mesas. No logro desconectar de la mañana ni de la tarde, y cuando lo hago me conecto con la tensión de la camarera para poder servir con seguridad. Lali, naturalmente, se cabrea. Complicado todo. Las 22:45 hs. Salimos pitando para casa y llegamos al mismo tiempo que los críos. Termina la semana como comenzó: dormido en el sofá con la primera edición digital de algunos medios en las manos.
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